El arte de caer
Expandes tus manos,
el aire rezuma en tus articulaciones,
eres una esponja,
una madeja,
una pluma
una mota,
una semilla,
viento.
Cierra bien tus ojos
y concentrate en un punto,
en el infinito.
Planea.
No temas,
cientos de brazos
te sujetan.
C
a
e
s
Mira hacia arriba,
abajo,
ahora a los lados...
Mete tu mano
en el pecho de esa nube,
relame el vaho,
a eso sabe Dios.
Tu cuerpo se desliza
en un arpegio,
se difumina
tras el horizonte.
No ceses de batir tus alas.
Así por siempre,
Ícaro.
C
a
e
s
[silencio]
(Elías Bellido)
C
a
e
s
a
e
s
Expandes tus manos,
el aire rezuma en tus articulaciones,
eres una esponja,
una madeja,
una pluma
una mota,
una semilla,
viento.
Cierra bien tus ojos
y concentrate en un punto,
en el infinito.
Planea.
No temas,
cientos de brazos
te sujetan.
C
a
e
s
Mira hacia arriba,
abajo,
ahora a los lados...
Mete tu mano
en el pecho de esa nube,
relame el vaho,
a eso sabe Dios.
Tu cuerpo se desliza
en un arpegio,
se difumina
tras el horizonte.
No ceses de batir tus alas.
Así por siempre,
Ícaro.
C
a
e
s
[silencio]
(Elías Bellido)