Ring, ring.
Where are you, Love?
Mi amor,
que amarga la distancia
sin un violín del que echar mano,
con canciones inevitables
y horizontes vespertinos.
Que amargo el abandono de los días,
el andar del río,
la casa...
Si tú no estás.
Y ¿para qué se inventaron las palabras bonitas?
¿Para qué los relojes y los relámpagos?
¿Para qué los recuerdos?
Para qué, si tú no estás.
¿Para qué los recuerdos?
Para qué, si tú no estás.
Oh! My Love,
Las aguas del Atlántico
no pueden retozar entre tus piernas.
y no cesan de preguntarme
¿cuándo volverás?
Las aguas del Atlántico
no pueden retozar entre tus piernas.
y no cesan de preguntarme
¿cuándo volverás?
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Elías Bellido, mayo 2010